Los metales traza constituyen un grupo de sustancias que requieren un control riguroso. Algunos, como el hierro, el zinc o el cobre, son esenciales en pequeñas cantidades para el metabolismo humano y animal, sin embargo, otros pueden resultar tóxicos incluso a niveles muy bajos.
La presencia no controlada de metales en alimentos, piensos y aditivos alimentarios representa un riesgo significativo para la salud pública y la seguridad del consumidor. En particular, los aditivos que no cumplen con una adecuada regulación pueden ser fuente de impurezas metálicas, afectando tanto la calidad del producto final como su conformidad con la legislación vigente. Por ello, el análisis riguroso de metales traza a lo largo de toda la cadena alimentaria, incluidos ingredientes y aditivos, es esencial para asegurar productos seguros, legales y de alta calidad.
El control de metales como cromo (Cr), cobre (Cu), cobalto (Co), antimonio (Sb), talio (Tl), uranio (U), vanadio (V), estaño (Sn), molibdeno (Mo) y selenio (Se) es fundamental para garantizar la seguridad y calidad de alimentos, piensos y aditivos alimentarios:
- Cromo (Cr) y vanadio (V)
pueden estar presentes como contaminantes ambientales o industriales, siendo tóxicos en ciertas formas químicas. - Cobre (Cu) y cobalto (Co)
son oligoelementos esenciales, pero su exceso puede provocar toxicidad, especialmente en nutrición animal. - Antimonio (Sb), talio (Tl) y uranio (U)
no tienen funciones nutricionales conocidas y son considerados altamente tóxicos, incluso a bajas concentraciones. - Molibdeno (Mo) y selenio (Se)
son elementos esenciales en dosis muy bajas, pero su margen de seguridad es estrecho, lo que requiere un control preciso. - Estaño (Sn)
aunque no se clasifica como metal pesado, puede migrar desde envases metálicos a los alimentos y causar efectos adversos si se supera el límite tolerable.
La determinación analítica de estos elementos permite verificar el cumplimiento de los límites legales y garantizar productos seguros para el consumo humano y animal.
En este contexto, el
AGROLAB Ibérica (Burgos) ha obtenido la acreditación según la norma ISO/IEC 17025 para la determinación de todos los metales mencionados, incluyendo específicamente el níquel, mediante espectroscopía de masas con plasma acoplado inductivamente (ICP-MS) que permite alcanzar límites de cuantificación (LOQ) adecuados para evaluar el cumplimiento de los nuevos requisitos legislativos.
SU PLUS: Nuestra capacidad analítica posiciona a AGROLAB como un socio estratégico en el control de contaminantes metálicos, apoyando a la industria alimentaria y de piensos en su compromiso con la seguridad alimentaria y la protección de la salud pública en la Unión Europea. Póngase en contacto con nuestro Servicio de Atención al Cliente para más información.
Autores: Dra. Vanessa del Río, Dra. Isabel Gómez, AGROLAB Iberica