La política alimentaria influye considerablemente en el desarrollo de las zonas rurales y urbanas. El sector de producción de alimentos de la UE emplea a 4,25 millones de personas y genera más de 1.098 millones EUR; gasta más de 2.500 millones EUR en investigación y desarrollo y registra un superávit de 25.200 millones EUR en su comercio de alimentos transformados. A pesar de la importancia económica de los alimentos para la economía de la UE, actualmente no existe una «política alimentaria» de la UE como tal. En cambio, los sistemas alimentarios vienen determinados por una variedad de distintos marcos políticos.

 

Recientemente se ha publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea el Dictamen del Comité Económico y Social Europeo (CESE) sobre «Contribución de la sociedad civil al desarrollo de una política alimentaria integral en la UE».


El CESE reitera su llamamiento para que se desarrolle una política alimentaria integral en la UE, cuyos objetivos sean:

  • Crear dietas saludables a partir de sistemas alimentarios sostenibles, vincular la agricultura a la nutrición y los servicios de los ecosistemas y garantizar cadenas de suministro que salvaguarden la salud pública de todos los grupos de la sociedad europea.
  • Garantizar la aplicación efectiva de los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas y del derecho a la alimentación y el resto de los derechos humanos.
  • Valorar la importancia nutricional y cultural de los alimentos, así como su impacto social y medioambiental.
  • Impulsar la prevención y la reducción del desperdicio de alimentos y garantizar precios justos para los productores para que la agricultura siga siendo una actividad viable.
  • Acelerar la transición de los consumidores hacia la sostenibilidad con el fin de que el sector agroalimentario europeo esté en condiciones de vender a niveles de calidad que mantengan su posición como opción preferida de la gran mayoría de los consumidores.
  • Implementar un sistema inteligente de etiquetado de los alimentos sostenibles. Las políticas se han centrado en las declaraciones nutricionales y otras declaraciones de propiedades saludables, pero el CESE observa que existe una creciente preocupación por la falta de información de los consumidores sobre el impacto ambiental y social de los productos alimenticios.

Otras recomendaciones que en él se recogen son:

Establecer un marco integral que aglutine las políticas de la UE que guardan relación con la alimentación, el CESE propone, a corto o medio plazo, crear un grupo de trabajo intersectorial e interinstitucional, en el que participen las distintas Direcciones Generales de la Comisión y otras instituciones de la UE. Este grupo de trabajo sería responsable de elaborar un plan de acción sobre la sostenibilidad alimentaria, con el objetivo de ayudar a la UE a alcanzar los ODS relacionados con los alimentos. El plan de acción debería aplicarse mediante un proceso participativo que incluya a todas las partes interesadas de la cadena de suministro de alimentos, a la sociedad civil y a los investigadores. El CESE sugiere que se organice y desarrolle un espacio para que la sociedad civil pueda implicarse y participar activamente en este proceso.

 

En concreto, el CESE recomienda la elaboración de un «cuadro de indicadores de la alimentación sostenible en la UE», ya que permitiría abordar los retos que plantean los sistemas alimentarios a través de un enfoque plurianual, promoviendo de este modo la armonización de las políticas en los distintos niveles de gobernanza. El cuadro de indicadores proporcionaría indicadores y, por lo tanto, impulsaría y supervisaría los progresos realizados en el cumplimiento de los objetivos fijados.

 

A más largo plazo, y en función de las conclusiones del grupo de trabajo, el CESE anima a la Comisión a que examine la viabilidad de crear una Dirección General de Alimentación, que funcionaría como centro fundamental de las competencias de la UE en el ámbito de la políticas relacionadas con la alimentación y que, en caso necesario, se erigiría en impulsora de la regulación, la legislación y el cumplimiento. Esta estructura podría replicarse en todos los Estados miembros de la UE mediante el establecimiento de ministerios de Alimentación específicos.

 

Más información: https://eur-lex.europa.eu
 

Author: Dra. Isabel Gomez